Masajes Deportivos: La clave del éxito en atletas
El deporte y la actividad física son pilares fundamentales para una vida sana y plena. Sin embargo, la exigencia del entrenamiento y la competencia pueden generar desgaste muscular, molestias y lesiones.
En este contexto, el masaje deportivo se presenta como una herramienta fundamental para la recuperación, el rendimiento y el bienestar de los atletas.
A diferencia de un masaje tradicional, el masaje deportivo se enfoca en las necesidades específicas de los atletas, utilizando técnicas y maniobras especiales para prevenir lesiones, optimizar la recuperación muscular y mejorar el rendimiento deportivo.
Cómo funciona el masaje deportivo y cuáles son sus beneficios para los atletas
El masaje deportivo funciona a través de diferentes técnicas de presión, fricción, estiramiento y vibración aplicadas sobre los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones. Estas prácticas ayudan a:
Mejorar la circulación sanguínea y linfática: lo que favorece el transporte de oxígeno y nutrientes a los músculos, y la eliminación de toxinas y productos de desecho.
Reducir la inflamación y el dolor: el masaje ayuda a aliviar la tensión muscular y disminuir la inflamación, lo que a su vez reduce cualquier dolencia.
Aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento: el trabajo sobre los tejidos blandos ayuda a mejorar la flexibilidad y el rango de movilidad articular, lo que disminuye el riesgo de lesiones y mejora el rendimiento deportivo.
Reduce el estrés y la ansiedad: el masaje deportivo tiene un efecto relajante sobre el cuerpo y la mente, lo que disminuye el estrés y la ansiedad, factores que pueden afectar negativamente el rendimiento deportivo.
En definitiva, el masaje deportivo ofrece una amplia gama de beneficios para las personas que practican diversas disciplinas, ayudándoles a:
Recuperarse más rápido de los entrenamientos y competencias.
Prevenir lesiones.
Mejorar su rendimiento deportivo.
Alcanzar un mayor bienestar físico y mental.
Fases del masaje deportivo
Preparatoria o precompetitiva
Se realiza entre 6 a 24 horas o 15 minutos antes de la actividad deportiva. En esta etapa, se emplean técnicas de roce y fricción que son rápidas y fuertes, con una duración aproximada de 5 minutos en cada zona tratada.
El objetivo es aumentar la vigilia muscular, la circulación y la temperatura muscular, lo que a su vez incrementa la elasticidad y elimina dolencias en las zonas a ejercitar.
Recuperación o Postcompetitiva
Se lleva a cabo en los primeros 30 minutos después de la actividad o dentro de las 6 horas siguientes. Utiliza técnicas como vibración, percusión, tachadura, pellizco y sacudidas, con una duración de alrededor de 10 minutos.
Esta fase actúa sobre músculos hipertónicos y fatigados, facilitando la eliminación de desechos y aporte sanguíneo para disminuir contracturas.
Mantenimiento
Se usa para el diagnóstico y tratamiento continuo, y se debe realizar al menos una vez por semana. Incluye técnicas de amasamiento, palpación y roces.
Los efectos de esta fase son el mantenimiento de la elasticidad muscular, el diagnóstico de puntos gatillo y mialgias, la eliminación de la fatiga muscular y el acondicionamiento integral del cuerpo.
Estas fases son fundamentales para asegurar que los deportistas se mantengan en óptimas condiciones físicas y puedan rendir al máximo en sus actividades deportivas.
En qué casos se recomienda recibir un masaje deportivo
Los masajes deportivos son altamente recomendados por varias razones tanto en atletas como en personas activas.
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Acá te describo algunos de los escenarios más comunes en los que se recomienda recibirlo:
Antes de la actividad física: para preparar los músculos, aumentar la flexibilidad y prevenir lesiones. Un masaje deportivo antes del entrenamiento puede ayudar a preparar el cuerpo para el esfuerzo físico.
Después de la actividad física: para relajar los músculos, reducir el dolor y acelerar la recuperación. Es especialmente útil después de entrenamientos intensos o competiciones.
En caso de lesiones: como parte del proceso de rehabilitación y recuperación. Si tienes una lesión deportiva, un masaje deportivo puede ser beneficioso para ayudar en la recuperación.
Para mejorar el rendimiento muscular: optimizar el rendimiento de las zonas a mover, aumentar la capacidad de trabajo y luchar contra la fatiga. Es útil para atletas que buscan mejorar sus condiciones físicas y marcas personales.
Proveer mantenimiento regular: como medida preventiva para estabilizar la salud muscular y evitar futuras lesiones, se recomienda realizar masajes personalizados regularmente.
Para apoyar el tratamiento de lesiones: encontrar y tratar dolencias existentes, así como para proporcionar apoyo en el tratamiento de estas.
Es importante recordar que estos masajes deben ser realizados por masajistas en el área deportiva para asegurar su efectividad y seguridad.
Además, siempre es recomendable consultar con la terapeuta antes de recibir masajes deportivos, especialmente si se tienen condiciones médicas preexistentes o lesiones graves.
Recordá siempre que este es un artículo informativo y no implica recomendación alguna. Siempre, ante cualquier duda, consultá con un profesional autorizado.
¡Buenos masajes!